Robin Gibb, una de las tres maravillosas voces de los Bee Gees, dejó este mundo, para reunirse con su hermano Maurice, el 20 de mayo de este año, luego de una larga batalla contra el cáncer. No queremos recordar su dolor ni su agonía. Lo que queremos es recordar su voz, sus canciones y su precioso legado a la música. Cinco canciones de The Bee Gees, infaltables en su discografía. ¡Gracias Robin!

Stayin Alive
¿Quién no ha bailado esta canción? Una de las canciones más conocidas del trío británico, ícono de la música disco de finales de los 70´s. Fue parte del soundtrack de la película “Saturday night fever” en 1977. Fue ubicada en el puesto 189 de las mejores 500 canciones de la historia en la lista de la revista Rolling Stones.


How Deep is your love
Incluida en “Saturday night fever”, esta deliciosa balada fue compuesta en 1977, pensada originalmente para la voz de Yvonne Elliman. Fue número 2 en el Reino Unido, mientras que en Estados Unidos se mantuvo 17 semanas en la lista del Top 10. Un récord.


More than a woman
Otro de los clásicos de la banda, parte también de la producción de “Saturday night fever”. Es común verla en recopilaciones de la música disco y en álbumes de lo mejor de The Bee Gees. En una de estas colecciones, Their Greatest Hits: The Record, More Than a Woman vino con problemas de masterización que fueron corregidos en el siguiente tiraje.


Massachusetts
Compuesta en 1967, Massachussets fue la canción que volcó los ojos del mundo hacia los hermanos Gibb. Prueba de ello es que fue número uno en las listas Oricon, en Japón, lo que convirtió a los Bee Gees en la primera banda extranjera en alcanzar el número 1 en listas niponas. Como anécdota, el manager de los Beatles, Brian Epstein, les dijo con su mágico sentido del negocio, que aquella sería la canción del verano. Epstein murió poco después por una sobredosis (la versión del suicidio también se maneja) pero su presagio se cumplió.


How can you mend a broken heart
Maravillosa balada que fue el primer número de uno en Estados Unidos de la banda. Fue compuesta por Robin y su hermano Barry en 1970. En principio iba a ser cedida a Andy Williams, pero finalmente, The Bee Gees la puso en su álbum Trafalgar, en 1971. La interpretación de Robin Gibb en los primeros versos de esta pieza es realmente de colección.

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